Buenas pequeñas betiezuelas de albañal. Tengo que decir una cosa muy pero muy muy muy importante. Tienen que ver una pelicula que bate la posta como pocas. se llama Into the wild. la dirige sean pean y la musicaliza eddy veder. A mi me hizo recordar algunas prioridades mias que estaba olvidando. Volví caminando la ciudad que despertaba, esuchando Mile Davis y flasheando con la manera en que la ciudad puede anesteciarte y atraparte en su voragine y mientras acelera hasta la locura los movimientos realentiza ese sentimiento que desde adentro late punzante y te hace encaminarte hacia lo desconocido con el impetù ardiendo de pasiòn. les dejo un avance de la peli
Y YA QUE ESTAMOS EN EL TEMA, DEJO MIS PROPIAS IMPRECIONES DEL ULTIMO VIAJE POR LAS MONTAÑAS DEL SUR.
Fresco gris y blanca euforia
aire ambiguo sopla raudo al despuntar
algún tiempo entre el olvido y la memoria
cruje rudo el lago al despertar
canta el bosque sones suaves casi mudos
de melancólica insistencia
y en su recuerdo mas violento
llora una tristeza en la que ya nadie cree
y a la que ya nadie reza
sueña despierto murallas de imposibles
que se niegan.
árboles robustos y un cielo total
de ventanas diminutas
salpicadas por la brutal oscuridad
hubo un tiempo de cenicientas promesas
y mentiras consentidas
hubo un olvido elogioso del dolor
y como no, crónico, casi latente, del amor.
hubo también finales alegóricos
y categóricas memorias
gravadas en la roca virgen
Entre lenguas de fuego inconstante
vi. piezas de ajedrez rebelarse
y secundar la partida pronta
de estos pies cansados
que así como Gilgamesh
llego a los brazos de la tierra
que arrullan al sol
para que descanse su recorrida .
cruzaron estos pies el valle
anhelando el refugio maternal del río
cuando su bramido blanco corteja el silencio
la noche se esconde detrás de picos y montes
mas allá de la cuenca negra que todo lo gobierna
late la cruz del sur
entre coihues, cipreses , alerces y amancays, lengas y arrayanes
refulge una vez mas la flecha ígnea de Orión y en su barco esférico remontó el lago de estrellas , flotando a la deriva
en la superficie cóncava de sus propios errores.
cuesta arriban jadean las aguas el rojo sangrar de la piedra cortante
y sobre ellas el ermitaño alado recorta su antigua inmensidad renegrida
truena el cielo a su paso y sacude el aire, denso y cerrado
mientras la tierra ardiente cruje por debajo y lo proyecta
el mayin, reclama los cuerpos para si succionando ampollas desolladas
y los hielos primigenios se funden en un cielo abierto y monstruoso.
Viejas entidades asoman sus alucinaciones febriles
Hasta las profundidades insondables
Allí donde le cielo se invierte y el alarido del extraviado
Se repite mil veces sin que nadie lo escuche.
No hay plegaria para el condenado dormido
Cuando la cárcel blanca devora su bocado
Una garganta helada y una lengua liquida
se pierden en un eclipse de bestias crueles
que imaginan el derrumbe con cada latido.
Llueve el techo sobre el miedo acalambrado
Rasguñan quizás los pies una llaga más sobre
La carne viva y el corazón acelera
Su única percepción que empuja y embiste.
El aire ciego que abandona cada instante el cuerpo
Exhausto, enfriado y desgarrado
Pero que arde en su cometido, de viril orgullo
Y con la pulsión de un amor hecho de quimeras
que desde lejos sopla un aire tibio y reconfortante
Penetra cada paso nuevo hacia el albor
Con arrojo turbulento y aguerrida insolencia.
Se arrodilla ante el vacío vehemente y mirándolo fijo
Lo desafía henchido de humildad sincera
Lo que en miedo ha perdido
lo ha ganado en un respeto violento
como aquel de los curtidos que se miden
y se encuentran dignos de darse mutua muerte.
Fauces podridas que tientan al mas cojudo
A hincar la rodilla al suelo.
Lame el sol el cuerpo del guerrero
Con una lengua seca y lo derrite
Cabeza de toro que avanza terco
Y no vacila en asestar cornada mortal
Ni en regar los bosques secos
Con la simiente espesa
De su ilusión más descarnada.
y que indolente mastica el desengaño de la soledad y
consciente de ese fingimiento
llora a escondidas
mudando su lagrimas
en gruñidos .
Suda sonidos desenterrados
al filo del azul indomable
que en su indiferencia
baña el cuerpo exhausto
del vagabundo que a nadie espera
Sueña con pechos voluptuosos
Que lo abrazan en la noche fría
Y hecha andar resignado
Ante el primer calor del alba
Varones imaginarios
Que cantan a lo lejos
Le recuerdan
El sabor manso de la compañía
Pero sabe el pedrero como el
De gargantas secas prediciendo
El ultimo soplido entrecortado
Que te ahoga en el desierto vertical
Polvo sobre piedra hasta la altura total
Donde las sombras de dioses celosos
Asoman en sus formas mas terribles
Como agujas
que cortan el cielo con sus filos
catedrales negras de roca
al pie del ojo impostor
un tajo enardecido
enciende el cielo
y las nubes de Magallanes
se repliegan
ante el fulgor avasallante
pero el toro salvaje
no entiende de prudencias
y encandilado
alcanza de un salto
la inquebrantable fortaleza
donde tal vez en otros tiempos
los grandes héroes
gobernaron la montaña.
Paredes imposibles forman
Un valle encumbrado
Refugio coloso
Que araña el cielo
Y señala el ganado
Y allí se hecha devastado
Fresco y sombra le confortan
Los músculos jadeantes
Agua y alimento le sacian
La maquinaria sangrienta
yace en la cumbre un
Yermo desolado
Balcón a mil montañas
Perdón de los inocentes
Cuyo aliento erosiona
la humana presunción
y allí se yergue
gozoso frente al abismo
legado de cerros inmortales
que se izan hasta el horizonte.
Histérica la sombría laguna
Quiebra contra los riscos
Y repite la muralla el cantar
de los penitentes condenados
que aclaman atorados de palabras
el paso corajudo del toro errante .
y en cada pisada, hunde profunda
la pata en los cenagales rancios
y añora releer el atormentado brillo
de unos ojos hechos de memoria
tensa los nervios y mastica las muelas
hasta la locura de una ansiedad furiosa
pero el recuerdo vicioso
de esa sonrisa desenfrenada
le corroe el pecho de alegría
y anestesia la punzada de la distancia
avanza instintivo el cuerpo ajeno al dolor
escalando cuestas hacia al filo incisivo
Participa la carne el intraducible alrededor
y resbala quebradas rumbo a la hondonada
Lame el animal sus propias heridas
Y haciendo caso omiso
al natural mandamiento
Cuando muerde el miedo desde adentro
Sabe plantarse irreverente al destino
Infla el pecho y le sonríe arrogante
Pues es este
de todos los retos ,
el mas fiero
que nos pone la vida por delante.
LIBROS Y DOCUMENTALES EN EL TESORO DEL CAPITAN
MIS ESCRITOS Y PINTURAS EN EL CAMAROTE

viernes, 9 de mayo de 2008
salvaje necesidad
Publicado por
Pablo D´Amato
en
11:08
Etiquetas: diario de viaje, pencimientos de un pirata
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