La delgada frontera que une la vida con la agonia en lenta retirada de la cruda resaca, es asi mismo la que extirpa el recuerdo y lo moldea a semejanza e imagen de la necesidad inmediate de compender y comprendernos.
El brillo extraño y encarnado de un verso de claros ojos golpea la memoria hasta enfermarme. L intoxicacion total tiene forma de persistente remembranza y ahi donde la muerte sopla su helada escarcha de olvido, trepa rauda hasta la cumbre la planta de devenir enredado y asoma en su btore mas ozado , la demagogia natural de la vida que reclama en silencio el cielo hoy cubierto de grises gigantes rectangulares, sombras de aquellos dioses que los hombres imaginaron y amamantaron las mujeres.
Si el conocimiento nos librera o si acaso nos condenara a contemplar el fin con desesperanzada conciencia poco me importa. NO fuimos paridos sino mentidos y el espiritu que nos forja a los tumbo tropieza constantemente con la estatua de nosotros mismos que nos hemos erigido.
Ante tamaña perspectiva a menudo sonrio convencido de que cada amanecer de un domingo sombrio me obsequia sin guia, ni regla, la oportunidad misma de sonreir.
y entonces la sangre brubujea en la solitaria espera y la contemplacion se torna incierta.
La pienso una y otra vez relegando la ilusion de la propia certeza a un merio cosquilleo y resumo en cada una de mis palabras el deseo que segun creo todo lo inunda y que , hoy en particular me consume el pecho en un ardor que no distingo de quel que los exesos me adjuticaron.
Se amarra la enrredadera y despliega sus largos tallos abrazandose a todo. yo imagino a la mente obrar del mismo modo y llegar hasta las estrellas montada sobre el carro rodante del sol y plegarse sobre si mismo acalzando el privilegio de la duda.

miércoles, 4 de junio de 2008
en la espera.
Publicado por
Anónimo
en
22:42
Etiquetas: pencimientos de un pirata
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